Otra vez mirando la paja en el ojo ajeno

Oder Yemal Santana/ La indiferencia siempre termina por alcanzarnos, por tocarnos de muy diversas formas. Hoy muchos se conduelen de ver la foto de un niño sirio muerto. Ahora el tema migratorio alcanza una dimensión viral, pero qué pasaba hace un mes, o dos, o un año, o una década.

Exactamente lo mismo, nuestros paisanos a diario cruzan la frontera en busca de mejores condiciones de vida, exponiéndose al peligro y muchos dejando su vida en el intento, incluso siendo víctimas del odio de los vecinos del norte, en su propio territorio, tal como fue el caso de un joven mexicano de nombre Sergio Adrián Hernández Huereca, el cual en el 2010 estaba junto con otras personas debajo del llamado puente negro, el cual sirve para el cruce de trenes entre Ciudad Juárez y El Paso y fue cobardemente asesinado por un francotirador de la border patrol del lado estadounidense, y al cabo de unos años sigue siendo solo una víctima de muchas a quien nadie importan.

La crisis de los refugiados en el Mediterráneo, no es algo nuevo, ni algo para poner en un muro, es algo que nos debe importar porque es algo que elegimos ignorar. Europa se espanta de la ola de migrantes sirios y afganos, porque ahora ellos están severamente implicados, pero no obstante permitieron y fueron directa e indirectamente los causantes de la violencia en esa zona. Apoyaron las políticas invasoras y agresoras de Estados Unidos, creando vacíos de poder y luchas internas sangrientas, incluso donde los opositores Sirios aseguran el propio Estados unidos y sus aliados han apoyado con armamento a grupos terroristas.

La ola de refugiados es la consecuencia de su política imperialista y policial, y nosotros todos fuimos testigos silenciosos. Ahora mismo nuestros paisanos son víctimas de las agresiones no de un político excéntrico como Donal Trump, sino de una corriente política muy poderosa en Estados Unidos que esta propagando el odio racial, y una vez más elegimos ignorar, taparnos los ojos y voltear a otro lado del mundo, muy al estilo de los noticieros de Televisa, ¡mirando la paja en el ojo ajeno!