Ayotzinapa, una mirada histórica
La Escuela Normal Rural de Ayotzinapa Guerrero, se fundó en el año de 1926 como casi todas las escuelas de este tipo que hubo en el país y que en número de 29, conformaron el sistema de normales rurales, siendo su principal objetivo la formación de maestros, cimientos y pilares imprescindibles para la construcción de cualquier sistema educativo. Estos primeros pasos se dieron merced al empuje de Obregón y atendiendo las concepciones educativas de José Vasconcelos.
A la Normal de Ayotzinapa, como a todas las escuelas de este tipo, ingresaban jóvenes hijos de campesinos o de sectores de trabajadores cuyos hijos sólo podían aspirar por la situación económica familiar, a una carrera de maestro. En esta Escuela Normal de Ayotzinapa, se formó como maestro Lucio Cabañas Barrientos.
La educación que se recibía en estas instituciones, aparte de ser integral, pues se combinaba lo más armoniosamente posible la actividad intelectual con actividades agrícolas, ganaderas, de industria, etc., En lo académico, había mucho análisis, mucha reflexión, haciendo uso de los conocimientos adquiridos, se procuraba la explicación científica y técnica de la realidad concreta del país y del mundo, con miras a la superación y no a la reproducción y conservación de dicha realidad.
En esas condiciones, el maestro al egresar, se involucraba con la comunidad en la solución de problemas como la construcción del edificio escolar, casa para el maestro, campos para la práctica de los deportes, en campañas de alfabetización, reforestación, etc. Claro que en no pocas ocasiones se chocaba con los intereses creados que había en la comunidad.
El atraso material y social en Guerrero, como en Oaxaca, Chiapas, Tabasco, etc., hace que la miseria se arraigue en la población de los medios semiurbanos y rurales donde está la inmensa mayoría de los mexicanos en pobreza extrema.
Lucio Cabañas desde antes de terminar su carrera ya estaba inmerso en las luchas sociales al lado de su pueblo. Él participó muy decididamente al lado de los guerrerenses en su lucha contra Caballero Aburto en 1960, gobernador arbitrario como ha tenido otros aquel estado, hasta su caída. Sus compañeros de la Normal nunca lo dejaron solo. Ya como maestro, Lucio a la cabeza de su comunidad escolar, participando en un mitin en Atoyac de Álvarez, el 18 de mayo de 1967, la reunión fue agredida a balazos; del atentado a pesar de que era en su contra salió ileso, logró huir, internándose desde entonces en la sierra y cuyo desenlace es conocido.
Desde entonces, la Normal Rural de Ayotzinapa ha sufrido constantes agresiones a manos de gobernantes corruptos, en cuyo haber ya hay muchos asesinatos de alumnos que hasta la fecha continúan en la impunidad.
La agresión que sufrieron los alumnos de esta institución, por parte de autoridades municipales y estatales coludidas con el crimen organizado, los días 26 y 27 de septiembre, en Iguala, Guerrero, se coloca por encima de todas las agresiones anteriores, pero queda inscrita en el acoso sistemático y visceral que ha sufrido por décadas esta escuela a manos de aquellos a quienes ha pretendido salvar de la ignorancia.
Guerrero es un estado cuya represión contra las fuerzas democráticas siempre ha tenido niveles de barbarie. En la década de los sesenta y setenta se hizo uso sistemático de los “vuelos de la muerte”, para tirar al mar, a quienes torturaban previamente. La escuela de Ayotzinapa y sus alumnos han vuelto a ser víctimas de métodos represivos bárbaros, por parte de autoridades corruptas que han puesto a las instituciones políticas, en manos del crimen organizado.
Aunque desde hace décadas dichas Instituciones están hundidas todas en un mar de corrupción, y no obstante la impunidad reinante, es necesario demandarles el esclarecimiento de los asesinatos que se cometieron en esos días de septiembre en Iguala, Guerrero, así como, el castigo a los responsables, pero además, la presentación con vida de los 43 alumnos desparecidos de la ya casi centenaria institución formadora de docentes.
Veremos si los responsables de las Instituciones políticas que nos hemos dado los mexicanos, los responsables, les quitan un poco del lodo de que las han cubierto.
0 comentarios: