La libre expresión

Si tomáramos en cuenta esta aseveración, podríamos expresar lo que quisiéramos sin ninguna restricción. Podemos expresar nuestros pensamientos mientras no se lesionen otros intereses y/ó a terceros. Entonces nuestra libre expresión se limita.

Hemos leído como muchos liberales periodistas han sucumbido por las balas de traidores sicarios que amparados por la oscuridad o el poder, han segado vidas productivas que pensaron que no toda la verdad se estaba comunicando.

La libre expresión sufrió un irremediable alto y un liberal murió.

La verdad es incontrovertible mientras no lesione a ningún poderoso. Entonces la verdad sufre una alteración significativa. Se juega el pellejo.

Quienes han tomado las riendas de la Nación son en general políticos que de una u otra forma están comprometidos con grupos del poder o aspirantes a tal.

Cuantas veces defraudadores de miles de dólares siguen ejerciendo una libertad que no merecen y que ha hecho la ley? Corruptos licenciados han logrado evadir de la cárcel a tanto corrupto y protegido por innumerables lagunas de esa ley que no todos conocemos pero que si debemos respetar siendo pobres no podemos evadir. Qué no? 

Vean las cárceles y podrán constatar cuantos hombres están detenidos por falta de no poder pagar a licenciados ni de oficio que estarían obligados a defenderlos y cuantos gozan de inmunidad y en lujosos despachos y mejores autos siguen viviendo una vida lujosa con abogangsters bien pagados exprofeso para evitar que una ley que debiera ser incorruptible, siga protegiéndolos.

Bien, como hombres libres y de buenas costumbres, quizá nos conformamos con pláticas de café a condenar tal o cual proceder sin atrevernos a levantar la voz y señalar las lacras sociales transgredidas.

La vida nos ha enseñado a saber intuir de que lado las tortillas están calientes y cuando podemos agarrarlas sin quemarnos...

Conocí a un hombre que se dedicó toda su vida a escribir. Para bien o para mal, no se a que lado lo haría, pero era periodista.

Cuanto puede el hombre aguantar tal o cual sufrimiento? Podrá ser lo discutible que usted quiera, pero hay que reconocer que la vida no siempre es la misma y que no todos podemos aguantar hasta el infinito.

Tengo que agradecerle algunos consejos  de colmilludo de abolengo. Deseo expresar mi reconocimiento al escritor, periodista y amigo a quien le reconocía esa amistad positiva y llena de alegría como lo fue el Sr. Enrique Peña Moyron, no habiendo podido conservar el sufrimiento a sus males y a la soledad que le embargaba, decidió tomar por su propia mano la liberación, que si bien no es considerada mas que una puerta falsa, para algunos es la liberación total de problemas. Respetemos su memoria y quiero dejar constancia de mi reconocimiento por el amigo caído.

Chih, Chih., 9 de agosto de 2001

Héctor S. Santana E.(+)