La mosca en la pared

  • SEECH ATENTA CONTRA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
  • Oder Yemal Santana

    • El pasado 14 de Enero se introdujo la queja número ZB034/14 ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos en contra del Subsecretario de Educación Horacio Echavarria y la jefa de Administración de los SEECH Guadalupe Urquidi. La razón podría ser otra, de un amplio catálogo de opciones, sin embargo la causa de esta querella tristemente viene a ser, como ya Ildefonso Chávez, director de El pueblo.com lo constató y lo vivió en carne propia, la VIOLACION A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN, además claro de una serie de agresiones, represalias y vilipendios a los derechos laborales de un servidor quien desde hace 18 años he colaborado en los Servicios Educativos del Estado como investigador, donde entre otras cosas he tenido la fortuna de participar en diversas investigaciones estatales, nacionales, e internacionales para la UNESCO, OREAL. Además de ser asesor y formador de cuadros de investigación en otros estados del país.
      Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección
      Artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos

      Hablar de Libertad de Expresión en el marco de la estructura educativa, para algunos siempre ha sido un tema escabroso, de tal suerte que las palabras arriba escritas, que forman parte de la sustancia de los derechos humanos a nivel mundial, parecen ser apenas una especia de quimera, de utopía o a lo menos un sueño, una leve aspiración.
      La percepción que se tiene en general en la función pública es que nadie es del todo libre, que existen regulaciones que impiden decir todo lo que se quiere o se piensa; en el caso del sistema educativo estatal, la existencia de una tradición represiva y persecutoria de parte del propio gobierno, como la actitud meretriz del SNTE quien desde su fundación ha acostumbrado a los trabajadores de la educación, a que deben pagar todos y cada uno de los servicios y “beneficios” que reciben, aunado al castigo que implica no pagar, hacen que la libertad como tal sea apenas un concepto hueco, ni siquiera aspiracional porque la inmensa mayoría ni siquiera se lo plantea como derecho; dan por sentado que la libertad no existe, y que la única forma de desarrollarse laboralmente es ajustándose a las prácticas y normas no escritas impuestas por el SNTE donde por supuesto está el silencio. El sujeto entonces vive alienado. Tomas de Aquino describía la alienación como la posesión por un demonio. Pues así, como poseídos, quienes trabajan en los SEECH viven como poseídos, incapaces de resistirse a la voluntad de ese demonio.
      Con este parámetro entonces es que un servidor he sido señalado, estigmatizado, perseguido y reprimido por parte de algunas autoridades educativas, por negarme a pagar por lo que es mi derecho, a resistirme a ejecutar las ordenes de ese demonio brutal, por no ceñirme a la obediencia y al silencio servil.
      tumor que había que extirpar o a lo menos reducir a su mínima expresión, quizá como primer paso previo a la extirpación. Horacio Echavarria y no el propio SNTE en persona fue quien se adjudicó el papel de juez; él determinó que yo era culpable y me dictó la sentencia del destierro, cerró todas las oportunidades que yo pudiera tener para desarrollarme profesionalmente y en sincronía, que no puedo decir acuerdo, con Guadalupe Uquidi, la jefa administrativa de los SEECH, eligieron la mazmorra donde yo debería pasar mis últimos años, dicho esto con el respeto que merecen quienes ahí trabajan, y que en todo caso no son ellos culpables de que las autoridades utilicen su área de trabajo como área de castigo. Me enviaron a trabajar como “Machetero”, término utilizado entre otras cosas, para describir a los estibadores de almacen. Pase de ser investigador educativo, -de los pocos que hay- a ser un cargador de materiales.
      Pero ¿qué papel juega la libertad de expresión?
      del algodón de la libertad de expresión radica en el grado de inquietud de los poderosos ante lo que puedan traer los titulares”, y es que un servidor no sólo reclamo mi derecho y mi libertad de ser y de pens
      Decía Fernando Gonzales Urbanega que “la prueb
      a
      Hace un año me quisieron forzar a votar por los candidatos del partido SNTISTA, me resistí, quisieron que cerrara los ojos ante una serie de flagrancias, de prácticas y oscuras intenciones de parte del SNTE por manipular y sojuzgar la verdadera educación y me negué. Me convertí entonces en una especie de
      ar en los límites de mi trabajo dentro de la estructura educativa, sino que además colaboro en diferentes medios escritos y electrónicos mediante columnas y artículos periodísticos donde dejo en claro que nada escapa a la razón, que la injusticia, la corrupción y la maldad no tienen escondrijos a los cuales una pluma no pueda llegar. ¡Molestos, que no ofendidos! Se sintieron estas autoridades por mis artículos; no negaron nunca mis dichos sino que atacaron mi derecho a expresarlos, se molestaron por faltar yo a los códigos de silencio establecidos por ellos y eso no era posible aceptarlo.
    • El personal de la CEDHCH está haciendo ahora mismo su labor y esperamos pronto su posicionamiento, de antemano conocemos ya el de las autoridades, quienes se dicen inocentes, y pretenden minimizar mi causa, haciéndome ver, desde la visión esotérica de su jefa Elba Esther Gordillo, como el loco del Tarot, el cual es un joven que combina sabiduría e insensatez y actúa visceralmente, no obstante desde mi encierro les digo “Es muy chica mi prisión para esconder la verdad”.

0 comentarios:

Copyright © 2013 Aquí y ahora and Blogger Templates - Anime OST.