Injustificables ataques a la prensa

Dos hechos lamentables volvieron a poner a Chihuahua en las primeras planas de la prensa nacional con repercusiones en el ámbito internacional y mundial.

Reafirmando el criterio de que México es uno de los principales países más peligrosos para ejercer el periodismo, vimos como se privó de la vida a José Guadalupe González Domínguez, colega periodista de Cd. Ojinaga, quien dirigía un portal de noticias con el nombre de Ojinaga Noticias.com.

Luego del ataque que sufrieron El Diario de Ciudad Juárez y las instalaciones del Canal 44 de aquella ciudad fronteriza.

A pesar de las declaraciones oficiales que señalan haber bajado los índices de delincuencia del crimen organizado y los del fuero común, la percepción ciudadana es de que no es así.

Hace pocos días estuve en Cd. Juárez platicando con varios periodistas que trabajan en medios impresos, televisivos y digitales, me comentaban que trabajan con temor, sobre todo aquellos que cubren la nota policiaca, que ha obligado a algunos de ellos a ponerse mordaza y fingir que no se han dado cuenta de lo que ocurre ó manejar la información superficialmente para no comprometerse.

Algunos colegas que escribían columnas políticas en medios impresos y digitales han tenido que desaparecerlas.

Estoy seguro que en varias partes del estado sucede lo mismo aunque no se diga.

Es verdaderamente grave lo que ocurre y debe ser obligación de las autoridades proteger a los periodistas que hayan recibido amenazas a través de los protocolos de seguridad y de algunas medidas que permitan ejercer el periodismo con libertad.

La contratación de seguros de vida que el gobierno del estado tiene para proteger a un número importante de periodistas no es suficiente, aunque si demuestra que hay voluntad política para atender el problema.