Napoleón Bonaparte

Napoleón Bonaparte (1769-1821) sostenía una estrecha amistad con un jóven capitán de su ejército de apellido DuPont. A raíz de un fuerte disgusto que tuvieron, Napoleón le retiró la palabra al joven. Este, aunque ni siquiera estaba seguro de haber sido el culpable del incidente, trató de pedir disculpas varias veces, pero el emperador era rencoroso y no lo permitía. Así las cosas, durante un evento en Palacio sucedió que en un momento dado, ambos personajes caminaban en sentidos opuestos por un estrecho pasillo, por lo que el encuentro de frente era inevitable. Napoleón dio media vuelta y desanduvo sus pasos; DuPont lo alcanzó y palmeándole familiarmente el hombro, le dijo: -Señor, aprecio que me hayas devuelto tu amistad.
-¿De dónde sacaste eso? -Preguntó Napoleón.
-Me has dado la espalda, -contestó el joven- y sabido es que Napoleón nunca da la espalda al enemigo.
Ante tal muestra de ingenio Napoleón sonrió y le tendió la mano, reanudándose así su amistad.