¡¡¡¡¡ EL OTRO GRITO !!!!!

No,no hablo del grito de Independencia, hablo del otro grito,de ese que al parecer nadie escucha, el grito de justicia que reclaman las mujeres, cuando son tomadas como objetos sexuales y cobardemente son secuestradas, violadas asesinadas y tiradas en cualquier lugar como objetos desechables.
Ese lamento que corre por toda la geografía nacional y que va cubriendo de sangre el territorio,sea en Tlaxcala, en Puebla en la Ciudad de México, en Ciudad Juárez , en Chihuahua, etc. no lo escucha nadie, en una sociedad machista como la nuestra, no faltan comentarios estúpidos de funcionarios y autoridades policíacas que afirman que eso les pasa a las mujeres por vestir provocativamente o por andar a altas horas de la noche solas , dicho esto como disculpa para justificar su incapacidad para garantizar su seguridad.
Se ha llegado a tal extremo de insensibilidad, que es común ver a los ministerios públicos y policías riendo a carcajadas cuando levantan el cuerpo de una persona asesinada, sea mujer u hombre.
Las bandas de trata de personas no se tientan el corazón para secuestrar mujeres y ofrecerlas a la venta a los grandes lenones y dueños de prostíbulos dentro y fuera del país.

El número de feminicidios a nivel nacional no puede ser conocido con exactitud . ya que no se tienen registros confiables de ninguna organización o de las CNDH y solamente se contabilizan por los reportes que la prensa publica diariamente, aparte de que la muerte de mujeres según se dice, no siempre cae en esta tipificación, de cualquier manera es violencia de género y sean cual sean los motivos para que a alguna mujer le quiten la vida, es algo que a todos debe avergonzarnos.

El caso reciente conocido de Mara Castilla ocupa el lugar No. 300 tan solo en el orden de la investigación que se sigue en la capital.
Problema menor aunque no menos importante. es el acoso, laboral, sexual, etc. al que las mujeres son sometidas y que cuando alguna de ellas tiene el valor de denunciar, casi nunca resulta favorecida, y por el contrario, es exhibida como causante y provocadora de ese delito.
La violencia de género no disminuye, por el contrario, aumenta cuando nuestras propias leyes consideran algunos de esos delitos como no graves, y los acosadores o violadores ni siquiera pisan la cárcel, o si llegan a ella, salen fácilmente con la puerta giratoria.