Estas acciones reflejarán el estado de las relaciones entre Estados Unidos y México
Si quieres saber cómo percibe el mercado las relaciones entre Estados Unidos y México, simplemente mira las acciones de Kansas City Southern (KSU).
Esta gran empresa ferroviaria, cuya capitalización de mercado es de en torno a 9.000 millones de dólares, tiene el 48% de sus ingresos directamente vinculados a México, es de lejos la que más de entre las integrantes del S&P 500.
Gráfico: las empresas del S&P 500 con mayor porcentaje de negocio expuesto a México
Las acciones de la compañía han caído un 7% desde las elecciones estadounidenses, pero en lo que va de 2017 sus acciones no han sufrido cambios a pesar de los múltiples titulares que sugieren que el futuro de las relaciones económicas entre Estados Unidos y México, en el mejor de los casos, sigue sumido en la oscuridad.
Si tomamos el precio de las acciones en el mercado como un síntoma para saber cómo perciben los inversores el progreso de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y México, cabe decir que las acciones de Kansas City Southern experimentaron una fuerte caída en un solo día tras la victoria electoral de Trump y que no se han movido prácticamente desde entonces.
Gráfico: evolución de las acciones de Kansas City Southern
En el último trimestre, Kansas City Southern informó ingresos por valor de 599 millones de dólares, igual que en el trimestre del año anterior. Si se excluye el impacto del peso mexicano, los ingresos habrían aumentado un 3%.
En la declaración de resultados, el director ejecutivo de Kansas City Southern, Patrick Ottensmeyer, comentó que la empresa es “consciente de la incertidumbre económica y política”.
En la videoconferencia sobre los resultados, Ottensmeyer añadió que cree que “cualquier modificación del TLCAN puede y será hecha de una manera racional que seguramente fortalezca la economía norteamericana y el futuro de KCS. México es nuestro vecino y nuestro tercer mayor socio comercial. Las economías de nuestras sociedades están conectadas de forma indisoluble”.
Y aunque es más que previsible que el director ejecutivo de cualquier empresa expuesta al mercado de México defienda su creencia de que una relación económica de larga data entre dos países vecinos será, por sí sola, garante de una relación amistosa, el volumen de exportación de la empresa probablemente también ofrezca cierto optimismo entre los inversores de cara al futuro.
Por ahora, el ajuste fiscal fronterizo “es solo un concepto”
A día de hoy, los mercados esperan que “el ajuste fiscal fronterizo”, esbozado por la Cámara de Representantes republicana y propuesto por primera vez el año pasado, tome la forma de algún tipo de legislación (Trump, sin embargo, lo ha calificado como “demasiado complicado”). Un ajuste fiscal fronterizo tendría como objetivo generar algo a medio camino entre un impuesto de valor añadido y un arancel, y buscaría básicamente incentivar a las empresas estadounidenses a producir bienes en suelo nacional, tanto destinados a la exportación como al consumo interno.
Dado que un 60% de sus cargamentos son bienes que se dirigen de Estados Unidos a México, bajo este panorama Kansas City Southern podría experimentar un progreso positivo, el cual probablemente se vería favorecido por el ajuste fiscal fronterizo en alguna de sus versiones.
Durante la videoconferencia de la empresa, el director financiero de Kansas City Southern, Mike Upchurch, dijo que en este momento el ajuste fiscal fronterizo es “solamente un concepto”.
Upchurch agregó: “Lo que vemos es que sin duda hará que nuestros clientes que importen a los Estados Unidos produzcan menos. Y en general, la idea detrás de este ajuste fiscal es fijar impuestos a las importaciones y crear un ambiente libre de impuestos para las exportaciones”.
A pesar de que el comercio hacia el sur supone más de la mitad del total de las transacciones de la empresa, Upchurch agregó que un impuesto fiscal fronterizo “sería claramente negativo, si ocurriese”.
Y prosiguió: “Creo que este concepto presenta desafíos. Tomemos como ejemplo la industria automotriz, ¿cuántas partes de automóviles van hacía el Sur? ¿Cuántos materiales como por ejemplo químicos, aceros y plásticos se ensamblan allí y luego son enviados de vuelta hacia el Norte? Y ciertamente, el presidente electo hizo algunos comentarios diciendo que es demasiado complicado. Eso fue lo que inicialmente sentimos nosotros sobre el impuesto fronterizo”.
En líneas generales, los mercados aún no han reaccionado de forma significativa
Resulta notable, no obstante, que a pesar de que el informe del cuarto trimestre de Kansas City Southern se publicara el 20 de enero, no se han producido cambios sustanciales en las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos. Y creo que otra referencia que podemos tomar de la relativa complacencia del mercado respecto a las acciones de Kansas City Southern en cierto modo sintoniza con la idea de que los mercados no parecen estar demasiado interesados en reaccionar a los movimientos de la administración Trump.
Por otra parte, desde las elecciones, tampoco ha habido grandes motivos como para que el mercado reaccione. Por ejemplo, las iniciativas de Trump en materia de inmigración sin duda tienen importancia para la cultura corporativa y para el ambiente empresarial en general, pero cualquier posible impacto sobre los resultados, en el mejor de los casos, no es evidente.
“Los mercados parecen tener un ánimo relativamente complaciente en este nuevo año”, escribió el economista Ethan Harris, de Bank of America Merrill Lynch, en un artículo publicado el martes.
“El índice VIX y otros medidores de volatilidad están cerca de alcanzar mínimos históricos. Esto puede reflejar una reducción de las tomas de riesgo en los mercados y la confianza de que la Reserva Federal hará las cosas despacio, pero parece incongruente a la vista del alto nivel de riesgo vinculado al ámbito político en los próximos meses”.
Harris añadió: “En cuanto a la política fiscal, los inversores deberían observarla de cerca: (1) si se mantiene o cede la política de ajuste en la frontera, (2) cómo progresa el plan tributario en el Senado, y (3) qué tan disciplinado es el proceso a la hora de debatir y subir los impuestos.
“La reforma fiscal es una legislación muy difícil de aprobar porque afecta a diferentes personas y empresas. Resulta particularmente vulnerable a caer en un callejón sin salida en el que emerjan algunos vacíos jurídicos, lo cual hará que sea más difícil reducir los impuestos, al tiempo que incentivará una demanda de intereses aún más agresiva. Podemos aprender mucho en los próximos meses”.
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