Solo la mitad de la selección cubana sub-23 de béisbol regresó a la isla

 

Este lunes se confirmó el número definitivo de peloteros cubanos que prefirieron quedarse en México para huir de la dictadura castrista. Apenas 12 del total de 24 regresaron a Cuba

Era la oportunidad y no la desperdiciaron. Un total de doce integrantes de la selección cubana de béisbol, que terminó cuarta en la tercera edición de la Copa del Mundo sub-23 disputada en México y ganada por Venezuela, prefirió quedarse en tierras aztecas para huir del comunismo antes que volver a su vida de miseria bajo un régimen autoritario que cercena las libertades económicas, políticas e individuales. Sola la mitad del plantel regresó este lunes a la isla.

Se trata de la mayor deserción colectiva de un equipo deportivo en los últimos tiempos. Hasta este domingo se contaban nueve casos confirmados de peloteros que habían decidido no volver a Cuba, aunque algunos medios ya hablaban de que la cifra podía elevarse a once. Sin embargo, este lunes la agencia de noticias EFE confirmó que del total de 24 beisbolistas que componían el conjunto, justo la mitad abandonó la concentración y se quedó en México.

Una declaración de la representación isleña publicada en el portal deportivo Jit y reseñada por EFE achaca las deserciones a «la actividad de los traficantes que contaminaron los escenarios de la competencia».

Cita además la anulación en 2018 del acuerdo firmado por la Federación Cubana de Béisbol (FCB) con las Grandes Ligas de Béisbol (MLB) y concluye que la medida cerró las puertas «a la inserción segura y ordenada» de los beisbolistas de la isla en ese circuito.

Según las autoridades del béisbol cubano, el acuerdo entre la FCB y las MLB buscaba ofrecer una vía segura a los peloteros de la isla para que pudieran insertarse bajo contratos en los 30 equipos profesionales estadounidenses, sin perder la residencia en su país de origen. Se trata de un convenio firmado durante el gobierno del presidente estadounidense Barack Obama y anulado por la Administración de su sucesor, Donald Trump, en el marco de su política de línea dura contra la dictadura cubana.

Lo que no menciona el régimen castrista es que el salario promedio de un deportista cubano en la isla es de 39 dólares mensuales desde 2014 porque la dictadura impide el profesionalismo deportivo bajo la premisa de la no mercantilización y el “enriquecimiento de unos pocos”.

También omite la brutal represión a la que es sometido el pueblo cubano que sale a las calles a exigir libertad y respeto a sus derechos, tal como ocurrió en las protestas de julio pasado. Un mes después de las manifestaciones, la ONG Cubalex informó que 787 personas habían sido reprimidas. De ellas, 223 fueron puestas tras las rejas.