EDITORIAL
La implementación Calderoniana del “Buen Fin”, burda copia del “Black Friday” en Estados Unidos y que hoy de nuevo los empresarios confabulados con el gobierno de E.P.N. van a llevar a cabo en este 2013, sólo está sirviendo a los intereses de las grandes empresas de autoservicio y departamentales para deshacerse de inventarios caducos.
Haciéndoles el juego, los comerciantes medianos y pequeños están alterando los precios de bienes y servicios en lo oscurito y amanecen ofreciendo fabulosos descuentos del 10 al 50% engañando a los consumidores a través de promociones como las ventas nocturnas y monederos electrónicos.
Otros negocios más ofrecen artículos a crédito y sin intereses, lo cual también resulta un engaño.
Desgraciadamente el ciudadano común desconoce las triquiñuelas de comerciantes voraces, quienes le arrebatan a los consumidores de las manos el exiguo aguinaldo que reciben en la época navideña.
Por otro lado, el elefante blanco llámesele PROFECO, sirve lo que la carabina de Ambrosio convirtiéndose en cómplice por omisión del robo en despoblado que realizan la mayoría de los comerciantes.
Nunca una copia pirata será igual que la original y la campaña del “Buen Fin Mexicano”, a través del comercio, tendrá que aprender del Black Friday norteamericano que generó el año pasado más de 150 millones de compradores en ese país.
Para nosotros los mexicanos y los chihuahuenses en particular, nos quedará la llamada cuesta de enero, que por lo que se ve y la escalada de aumentos que se espera, más bien parecerá el Everest, así que mejor guardemos nuestro dinerito para el pavo ó la pierna de puerco en navidad y no lo gastemos en cosas superfluas y mejor dejemos a los empresarios y comerciantes parados en la puerta de sus negocios con las manos extendidas.
Haciéndoles el juego, los comerciantes medianos y pequeños están alterando los precios de bienes y servicios en lo oscurito y amanecen ofreciendo fabulosos descuentos del 10 al 50% engañando a los consumidores a través de promociones como las ventas nocturnas y monederos electrónicos.
Otros negocios más ofrecen artículos a crédito y sin intereses, lo cual también resulta un engaño.
Desgraciadamente el ciudadano común desconoce las triquiñuelas de comerciantes voraces, quienes le arrebatan a los consumidores de las manos el exiguo aguinaldo que reciben en la época navideña.
Por otro lado, el elefante blanco llámesele PROFECO, sirve lo que la carabina de Ambrosio convirtiéndose en cómplice por omisión del robo en despoblado que realizan la mayoría de los comerciantes.
Nunca una copia pirata será igual que la original y la campaña del “Buen Fin Mexicano”, a través del comercio, tendrá que aprender del Black Friday norteamericano que generó el año pasado más de 150 millones de compradores en ese país.
Para nosotros los mexicanos y los chihuahuenses en particular, nos quedará la llamada cuesta de enero, que por lo que se ve y la escalada de aumentos que se espera, más bien parecerá el Everest, así que mejor guardemos nuestro dinerito para el pavo ó la pierna de puerco en navidad y no lo gastemos en cosas superfluas y mejor dejemos a los empresarios y comerciantes parados en la puerta de sus negocios con las manos extendidas.
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