Bullying error conceptual, apología de la violencia



En cierta ocasión le preguntaron a una sobrina sobre si en su escuela había bullying, entonces esta con toda calma y prácticamente sin razonar demasiado la respuesta contestó  “antes no, pero ahora que todo mundo habla de eso sí, ya hasta dicen de broma ¡Te voy a bulear!”

Seguramente todos aquellos que tuvimos la suerte de asistir a una escuela hasta el nivel secundario, podemos recordar situaciones escolares donde se manifestaba el acoso, la burla, la estigmatización de alumnos y maestros, la agresión física, y particularmente la exclusión, lo cual nos lleva a declarar cuando nos preguntan que la violencia escolar “El Bullying” siempre ha existido.
Su despunte como concepto, fundamentalmente mediático, se dio hace apenas unos años, quizá en el marco de la irrupción de las violencias como el principal tema de la agenda de los medios en México; es decir que así como se empezaron a cotidianizar conceptos como: sicario, cártel o feminicidio, también el bullying se hizo presente en nuestro vocabulario, no necesariamente como expresión de un problema social sino como la titulación de una nota periodística. Dicho esto si dentro de los códigos de ética periodística se viene planteando suprimir ciertos conceptos por considerar que estos hacen apología a la violencia, me parece que uno de ellos debe ser sin duda el de Bullyng; pero a esto además hay que agregar que el mismo es un concepto mal aplicado y reduccionista.

Si nos remitimos a los orígenes precisos, tanto en Suecia como en Noruega donde el concepto se empezó a acuñar,  este nació bajo el titulo de mobbing para referirse a la violencia interpersonal e injustificada entre jóvenes, y que tenía como efecto la victimización. De hecho el uso del concepto nunca estuvo circunscrito al ámbito escolar, pero con el tiempo debido a que eran precisamente los psicopedagogos y  psicólogos evolutivos los que más se interesaban en el tema, este se fue privatizando a lo educativo. No obstante en sus países de origen son tan cotidianos como en México lo son el pandillerismo o el cholismo etc. El problema nació cuando se buscó un símil dentro del inglés para describir lo que pasaba en las escuelas de Estados Unidos, entonces sólo el término Bull se pudo encontrar, además ya un término similar se empezaba a utilizar en algunos países europeos, principalmente “boel” de origen holandés y “buhle” proveniente de Alemania, ambos solían connotarse como amantes o protectores, sin embargo con los años se empezó a utilizar para describir a los lenones o “protectores de las prostitutas, las cuales eran reclutadas precisamente fuera de los colegios. 

Debido a la tradición mexicana de apropiarse de conceptos extranjeros,  aún y cuando sus significados sean desconocidos, se empezó a generalizar el bullyng como una forma de llamar la atención de la ciudadanía; como un cuestionamiento hacia la acción educativa de los gobiernos. Similar a como se cotidianizó el feminicidio para exhibir a los gobiernos barrista y reyista por su negligente trabajo en torno a los asesinatos de mujeres.

Quizá debido a esto es que el gobierno actual y su secretario de educación se resisten a reconocer el crecimiento de la violencia escolar, sobre todo a partir del boom del Bullying como concepto, porque aceptar su prevalencia significaría someterse al escrutinio a que debieron enfrentarse los gobiernos anteriores.

Es claro que el fenómeno existe, y que es grave, que muchos niños y jóvenes son hoy victimas de éste; principalmente la exclusión está causando mella en los rendimientos académicos de muchos de ellos, además los reglamentos escolares y normas de cero tolerancia que son de los principales motivantes, están siendo utilizados por las autoridades como el recurso principal contra el bullyng, lo que se puede traducir como: “echar gasolina para apagar un fuego”.La ignorancia y el simplismo con que se aborda el problema solo puede presagiar su crecimiento exponencial en los próximos años. La carencia de una legislación real y no sólo simulada como la ley de seguridad escolar, que eleve el fenómeno a preocupación de estado, la falta de atención clínica tanto para el agresor como principalmente a la victima y el continuismo del error conceptual para definir el problema limitándolo a un término equivocado como el bullyng, sólo son un mal augurio, de tal forma que urge abrir un debate real y amplio sobre el tema, arrebatarlo a los académicos de pacotilla y pseudoespecialistas, e incluir en él a todos los ciudadanos que por derecho tienen el deber de emitir una opinión. 

Ahora mismo no se puede implementar un plan o programa remedial o preventivo si antes no se inicia con este proceso de dialogo, si antes la escuela no cumple con uno de sus objetivos primarios que es el desarrollo de la personalidad, y el respeto a los principios democráticos de la convivencia. Hoy en día los alumnos tienen un campo relacional muy limitado, aún dentro de sus propias familias, y en las aulas, muchas veces motivado o permitido por los mismos maestros, con excepción de uno o dos “mejores amigos”, dos o tres amigos de segundo nivel, mantienen una relación casi nula con el resto de su grupo, y ahí, en ese campo fértil es donde se presenta precisamente el bullying en todas sus variables, pero aún peor, a mi juicio, esta crisis relacional del tipo escolar, es la expresión de lo que ocurre en nuestra sociedad, donde somos incapaces de establecer vínculos con nuestro vecinos, y tristemente, hoy son cada vez más comunes las rupturas familiares con efectos terribles en la autoestima, aspectos estos que hoy son el campo que abona a la violencia que hoy padecemos.

0 comentarios:

Copyright © 2013 Aquí y ahora and Blogger Templates - Anime OST.