¡Tengan sus elecciones!: contra esta democracia, voto nulo
Por Jaime García Chávez.
El PRI le tiene miedo al voto nulo. Puede ser que se enredó en su propia trama y eso lo veremos en la circunstancia postelectoral.
Escuchando los diversos y mediocres pronunciamientos de políticos del PRI contra el voto nulo, sobresale aquel que reivindica la democracia y la participación como lo mejor, lo óptimo, nos dicen, precisamente para consolidar la democracia. En este proceso electoral no se discuten diversos proyectos para los problemas de Chihuahua, sólo hay espectáculo, reparto de propaganda utilitaria, banalidades y, por ejemplo, nadie ha dicho ni media palabra de manera consistente para resolver el problema de la deuda pública que pronto nos atrapará. Los defensores de esta “democracia” no van más allá de la palabrería y la fraseología. Veamos diez indicadores:
1. El PRI en Chihuahua es un partido de Estado, depende absolutamente del gobierno, su burocracia, presupuesto y todas las relaciones que eso proporciona en el entramado social. Hay compulsión del voto a partir del manejo de los intereses en los que la intervención del Estado es definitoria. El corporativismo no se ha ido y las centrales del tipo del SNTE, CTM, CNC, siguen actuando como en los viejos tiempos. En esto juega un papel importante el apoderamiento de la cultura y la historia de Chihuahua (pretensión de reubicar el mausoleo de Villa, remosión de estatuas y monumentos, demoliciones destructoras del patrimonio construido, implantación de estatuaria rascuache, etc.), en particular presentando a Duarte como el Pancho Villa de hoy. Además este partido de Estado solapa un régimen de privilegio para beneficiar a los grandes empresarios rentistas del estado de Chihuahua, que van en el mismo carro priísta en grueso número.
2. Los órganos Instituto Estatal Electoral y Tribunal Estatal Electoral dependen absolutamente de las decisiones del gobierno del estado en manos del PRI, no son ni autónomos ni independientes, mucho menos ciudadanos.
3. La consagración religiosa de Chihuahua en violación al Estado laico. La jerarquía católica se prestó para manipular las convicciones religiosas de los chihuahuenses en favor del PRI.
4. El cacique mayor, César Duarte Jáquez, impuso a la inmensa mayoría de los candidatos del PRI y de otros partidos, en ocasiones transigiendo con políticos tradicionales de su partido, pero siempre prevaleciendo su voluntad. Tendremos Congreso con diputados juniors, paisanos, amigos y compadres. Si alguien pensaba que el dedazo se había ido, está equivocado.
5. El intervencionismo y agresión al sistema de partidos no tiene precedentes. El cacique mayor metió las manos en el panismo del municipio de Chihuahua, además se sirvió del PT y el MC que juegan en esa misma dirección, y lo fracturó en la plaza de Parral, jugando como si fueran títeres los propios priístas parralenses.
6. El cacique mayor se apoderó plenamente del PRD, dejando a los ciudadanos sin una opción de izquierda confiable. Héctor Barraza recibió
públicamente 5 millones de pesos para su empresa El Ancón a cambio de la traición y el regalo de una candidatura a síndico en el municipio de Chihuahua.
7. Hay una transferencia de votos del PRI hacia los partidos satélites Panal, Verde y PT que les da un aliento que no tienen electoralmente en la realidad, traficando con el voto ciudadano que se expresará por el propio PRI y por nadie más, lo que traerá un control del Congreso del Estado que es un rotundo fraude a la Constitución en materia de representación política popular.
8. Los medios de difusión juegan un papel mayoritariamente faccioso a favor del PRI, tanto en noticieros como en editoriales y programas de opinión. Se insiste en una “guerra sucia” para evadir el debate y la información públicos y se solapa la criminalización de las disidencias. Muchos millones de pesos transitaron de las arcas públicas a las cuentas de los propietarios y gerentes de los medios.
9. La acción de la administración duartista está embonada con la campaña del PRI y va desde el uso gratuito del Vivebús hasta la celebración extemporánea de la Feria de Santa Rita, inaugurada y también clausurada en una especie de mítin duartista, de la exhibición del nuevo transporte público en Ciudad Juárez el pasado fin de semana, hasta la campaña misma y personalísima de Bertha Gómez de Duarte y el anuncio de un paupérrimo aumento del 5 por ciento a la burocracia, precisamente a menos de tres días de que finalicen las campañas. La movilización electoral del domingo 7 de julio se orquestará desde palacio de gobierno, a pesar de que los ingenuos del PAN, luego arrepentidos, le dieron el título a Duarte de garante de un proceso limpio. El PAN de los ochenta ya no es el mismo, el espíritu de Batopilas yace en la barranca.
10. El gran engaño de que la seguridad pública ha avanzado aunque haya el precedente del candidato a alcalde asesinado en Guadalupe y Calvo, otros amenazados, otros coludidos con el crimen organizado y vastos territorios del estado en los que el crimen jefatura en detrimento de la soberanía estatal, entendiendo por esto el uso legítimo de la violencia por parte del Estado. Los homicidios por ejecución continúan y el gobierno los minimiza, pero no hay día sin muertos.
Por estos diez puntos, más los que se acumulen, estamos un importante segmento de la ciudadanía sin alternativa electoral. Algunos se abstendrán, otros anularemos y ambos lo haremos al grito muy mexicano de ¡Tengan sus elecciones!
El PRI le tiene miedo al voto nulo. Puede ser que se enredó en su propia trama y eso lo veremos en la circunstancia postelectoral.
Escuchando los diversos y mediocres pronunciamientos de políticos del PRI contra el voto nulo, sobresale aquel que reivindica la democracia y la participación como lo mejor, lo óptimo, nos dicen, precisamente para consolidar la democracia. En este proceso electoral no se discuten diversos proyectos para los problemas de Chihuahua, sólo hay espectáculo, reparto de propaganda utilitaria, banalidades y, por ejemplo, nadie ha dicho ni media palabra de manera consistente para resolver el problema de la deuda pública que pronto nos atrapará. Los defensores de esta “democracia” no van más allá de la palabrería y la fraseología. Veamos diez indicadores:
1. El PRI en Chihuahua es un partido de Estado, depende absolutamente del gobierno, su burocracia, presupuesto y todas las relaciones que eso proporciona en el entramado social. Hay compulsión del voto a partir del manejo de los intereses en los que la intervención del Estado es definitoria. El corporativismo no se ha ido y las centrales del tipo del SNTE, CTM, CNC, siguen actuando como en los viejos tiempos. En esto juega un papel importante el apoderamiento de la cultura y la historia de Chihuahua (pretensión de reubicar el mausoleo de Villa, remosión de estatuas y monumentos, demoliciones destructoras del patrimonio construido, implantación de estatuaria rascuache, etc.), en particular presentando a Duarte como el Pancho Villa de hoy. Además este partido de Estado solapa un régimen de privilegio para beneficiar a los grandes empresarios rentistas del estado de Chihuahua, que van en el mismo carro priísta en grueso número.
2. Los órganos Instituto Estatal Electoral y Tribunal Estatal Electoral dependen absolutamente de las decisiones del gobierno del estado en manos del PRI, no son ni autónomos ni independientes, mucho menos ciudadanos.
3. La consagración religiosa de Chihuahua en violación al Estado laico. La jerarquía católica se prestó para manipular las convicciones religiosas de los chihuahuenses en favor del PRI.
4. El cacique mayor, César Duarte Jáquez, impuso a la inmensa mayoría de los candidatos del PRI y de otros partidos, en ocasiones transigiendo con políticos tradicionales de su partido, pero siempre prevaleciendo su voluntad. Tendremos Congreso con diputados juniors, paisanos, amigos y compadres. Si alguien pensaba que el dedazo se había ido, está equivocado.
5. El intervencionismo y agresión al sistema de partidos no tiene precedentes. El cacique mayor metió las manos en el panismo del municipio de Chihuahua, además se sirvió del PT y el MC que juegan en esa misma dirección, y lo fracturó en la plaza de Parral, jugando como si fueran títeres los propios priístas parralenses.
6. El cacique mayor se apoderó plenamente del PRD, dejando a los ciudadanos sin una opción de izquierda confiable. Héctor Barraza recibió
públicamente 5 millones de pesos para su empresa El Ancón a cambio de la traición y el regalo de una candidatura a síndico en el municipio de Chihuahua.
7. Hay una transferencia de votos del PRI hacia los partidos satélites Panal, Verde y PT que les da un aliento que no tienen electoralmente en la realidad, traficando con el voto ciudadano que se expresará por el propio PRI y por nadie más, lo que traerá un control del Congreso del Estado que es un rotundo fraude a la Constitución en materia de representación política popular.
8. Los medios de difusión juegan un papel mayoritariamente faccioso a favor del PRI, tanto en noticieros como en editoriales y programas de opinión. Se insiste en una “guerra sucia” para evadir el debate y la información públicos y se solapa la criminalización de las disidencias. Muchos millones de pesos transitaron de las arcas públicas a las cuentas de los propietarios y gerentes de los medios.
9. La acción de la administración duartista está embonada con la campaña del PRI y va desde el uso gratuito del Vivebús hasta la celebración extemporánea de la Feria de Santa Rita, inaugurada y también clausurada en una especie de mítin duartista, de la exhibición del nuevo transporte público en Ciudad Juárez el pasado fin de semana, hasta la campaña misma y personalísima de Bertha Gómez de Duarte y el anuncio de un paupérrimo aumento del 5 por ciento a la burocracia, precisamente a menos de tres días de que finalicen las campañas. La movilización electoral del domingo 7 de julio se orquestará desde palacio de gobierno, a pesar de que los ingenuos del PAN, luego arrepentidos, le dieron el título a Duarte de garante de un proceso limpio. El PAN de los ochenta ya no es el mismo, el espíritu de Batopilas yace en la barranca.
10. El gran engaño de que la seguridad pública ha avanzado aunque haya el precedente del candidato a alcalde asesinado en Guadalupe y Calvo, otros amenazados, otros coludidos con el crimen organizado y vastos territorios del estado en los que el crimen jefatura en detrimento de la soberanía estatal, entendiendo por esto el uso legítimo de la violencia por parte del Estado. Los homicidios por ejecución continúan y el gobierno los minimiza, pero no hay día sin muertos.
Por estos diez puntos, más los que se acumulen, estamos un importante segmento de la ciudadanía sin alternativa electoral. Algunos se abstendrán, otros anularemos y ambos lo haremos al grito muy mexicano de ¡Tengan sus elecciones!
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