“Objeto y sustancia de los Colegios de Bachilleres”

A principios de los años 70, inmersos en una ola de rebeldía social y estudiantil, ante la ineficacia gubernamental, la insensibilidad política y la pobreza y marginación que caracterizaba a amplias zonas del país, surgió la idea de generar una nueva estructura educativa de nivel medio superior que sustituyera a las preparatorias oficiales, ligadas muchas de ellas a las Universidades donde se estaba incubando el germen antigobiernista. Estos denominados “Colegios de Bachilleres” fueron creados como un organismo del Gobierno Federal, no obstante, dadas las disposiciones de descentralización, se fueron  transformado en organismo público descentralizado, apoyado económicamente por los gobiernos estatales la inmensa mayoría ligados a la vieja estructura, en convenio con la Secretaria de Educación Publica.
Los primeros colegios que se crearon fueron los bachilleres 1 y 2 en la ciudad de Chihuahua, en septiembre de 1973. Estos colegios se formaron intempestivamente, sin infraestructura y sin recursos humanos, ya que muchos de los maestros ni siquiera podían cobrar regularmente. La urgencia radicaba en la necesidad de desaparecer a la escuela Preparatoria de la Universidad, donde se venían forjando los cuadros de diversas organizaciones sociales.
El primero empezó a funcionar en un edificio entre  las Calles 18ª y Jiménez, el cual era una estructura ruinosa, donde apenas se podía dar cabida a un puñado de estudiantes. Había toda clase de carencias, tanto de mobiliario como de maestros y material didáctico, incluso no existían programas de estudio apropiados.
El Plantel Uno, destacaba - la propia página oficial del COBACH-,  la línea política de esta organización escolar, como una fuerte disciplina y control directivo, para que este plantel funcionara en óptimas condiciones, particularmente para que sirviera como un instrumento de control social entre los estudiantes.
El Plantel Dos creado también en 1973 entre la calle Vicente Guerrero y Coronado, se cambio años después  a la calle Simón Bolívar y posteriormente a la calle 9ª.  Al igual que el anterior inició en condiciones deplorables haciendo evidente que su existencia obedecía a una urgencia política por frenar las ansias de los jóvenes.
La descentralización de los COBACH en Chihuahua ocurrió el 30 de Octubre de 1985 cuando se firmó un acuerdo para fijar las bases de la descentralización académica y funcional del Colegio de Bachilleres del Estado de Chihuahua.
A la fecha estos colegios si bien responden a la necesidad de espacios públicos para el nivel medio superior, en muchos sentidos, su objeto no ha variado, ya que su estructura sigue siendo sumamente cerrada y controladora, donde se mata el espíritu creativo de los estudiantes, se les impide el libre pensamiento y se les impone un modelo valoral acrítico, donde inclusive antes de cada curso se reúne a los alumnos y a sus padres con el objeto de adoctrinarles sobre el espíritu que supuestamente encierran los COBACH,  y especialmente se enfatiza la obediencia a un reglamento donde sobresale el concepto de “Positivo”, en alusión al comportamiento general, sin especificar sobre su definición y alcance. Los alumnos carecen de libertades y viven bajo esquemas altamente estresantes como: Pedagogías discrecionales, autoritarismo de maestros y directivos, culto al uniforme, carencia de programas, estrategias y discusión sobre fenómenos como la “Violencia escolar”, Misoginia, “Ciberbulling”,  Acoso y Abuso sexual, incluso se proscriben temas como la sexualidad o el homosexualismo, y en los festivales y presentaciones artísticas se prohíbe inferirlos de cualquier forma.
En una entrevista al profesor Gonzalo Aguilera, quien fuera director de los COBACH, realizada por un periódico local, este señaló con toda claridad que fue sano cerrar la preparatoria de la Universidad Autónoma de Chihuahua en 1973, por los graves conflictos políticos generados en la entidad. Este decía además que como fruto de ese acto, hoy se cuenta con una institución de educación media “tranquila”. Que de 600 alumnos con los que aseguran haber iniciado,  en la actualidad tenía ya 800 maestros y 600 empleados administrativos hasta ese momento. (21 mil 500 estudiantes en sistema escolarizado y 3 mil 600 jóvenes en los planteles del Sistema de Enseñanza Abierta, ubicados en la capital y Ciudad Juárez).
En contraste, durante los años noventa y 2000, desaparecieron innumerables escuelas preparatorias particulares sobre las cuales era muy difícil tener un control, tanto en lo académico como en lo administrativo, y más difícil aún, tener una influencia política, pese a que varias gozaban del favorecimiento de algunos gobernantes; la desaparición de estas permitió redireccionar a toda la población escolar de este nivel a la nueva estructura escolar casi con exclusividad, lo que explica el crecimiento de la matricula en estos centros. Cabe decir que en los últimos años comenzó a trabajar una escuela preparatoria oficial, la “Maestros Mexicanos” la cual ha seguido el mismo formato de los colegios de bachilleres. Al igual que las propias escuelas particulares las tienden a semejarse al modelo “bachilleres”.
En cuanto a la calidad de la educación que se imparte, es dudosa la afirmación de una mejora sustancial, sobretodo cuando muchas de las prácticas de antaño no han sido desterradas; aún prevalece la asignación arbitraria de maestros y directivos, el uso de lecturas de dudosa calidad, que obedecen a convenios económicos  y pago de favores de tipo político, planes y programas cambiantes y poco asertivos, donde se privilegia la homogenización por sobre el esfuerzo personal, tanto así que los alumnos conflictivos y de bajo aprovechamiento ocupan la mayor parte de los esfuerzos de las autoridades, en detrimento de los alumnos destacados quienes prácticamente son ignorados.
Y si bien no se tienen elementos de medición confiables, se tiene al menos la percepción de la ciudadanía que en una clara muestra de insatisfacción,  durante el pasado inicio escolar se hicieron públicas innumerables quejas  respecto al proceder arbitrario del director de estos colegios, quien citaba con carácter de obligatorio a una reunión donde estuvieran los padres de familia de todos los bachilleres, y donde además se les advertía que de no asistir, los alumnos serían excluidos de las escuelas aún y cuando hubieran pagado inscripción. Por otro lado el director del Bachilleres 10, quien en repetidas ocasiones ha presumido su relación de parentesco con el gobernador, ha dejado claro que en este bachilleres, existe cero tolerancia respecto a pago de colegiaturas, uniformes y reglamentos y compra de paquetes de lectura; además por instrucción suya, el subdirector en la reunión informativa, destacó que quienes no estuvieran de acuerdo con las disposiciones escolares, podía optar por no inscribir a sus hijos.
Bajo este mecanismo, que ha sido efectivo en términos de control y adoctrinamiento, han egresado 77 mil estudiantes en 33 años, muchos de los cuales son ahora los efectivos con los cuales el partido en el gobierno logró recuperar la presidencia de la república, además de apabullar a la oposición en el estado.
El plantel 8 nació por iniciativa de Patricio Martínez, el plantel 10 nació como iniciativa del Lic. José Reyes Baeza Terrazas, y es ahora un bastión del actual gobernador, y en próximas fechas se espera la construcción de otro más bajo el amparo del actual gobernador, que sin duda sumara otro clavo a la enseñanza reproduccionista, acrítica  e insulsa.