Enrique Serrano, una visión diferente
Ernesto Avilés Mercado / Hace unos días, tuve la oportunidad de escuchar al candidato del PRI al Gobierno del Estado Enrique Serrano, en un evento político.
De gesto adusto y difícil sonreír, Serrano tiene una personalidad difícil, porque denota seriedad y en verdad es muy serio, congruente con esa visión, porque lo conocí desde el congreso, después como alcalde, pero no lo había visto como aspirante al gobierno del Estado
Sin duda es un candidato sui generis, porque a comparación de otros, se advierte que toma la política con la seriedad que se requiere.
Dicen los cánones políticos que con un gobernador despilfarrador y corrupto, el que aspire a sucederlo debe ser diferente, y de entrada Enrique Serrano, si parece la antítesis de Cesar Duarte.
Lo más trascendente que Enrique Serrano ha realizado en la función pública, se puede advertir en su paso por la Legislatura local, al inicio de la presente administración Estatal, donde su desempeño fue malo en imagen, pero eficiente y de resultados en cuanto a la producción de reformas al Código Penal, desvirtuando el espíritu del sistema penal adversarial, ya que se tenía que sentar precedente de una pena vitalicia, a todas luces contraria a lo establecido por la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, pero también con una impecable administración de los recursos.
Ya como alcalde de Juárez, de entrada comenzó a arreglar el cochinero que dejó Héctor Murguía, el Teto, con una losa pesadísima de adeudo que tenía que ser cubierta, y nuevamente gracias a una rígida administración pública, a su salida para la gubernatura, dejó nuevamente finanzas estables.
El compromiso de otorgar Universidad gratuita a los estudiantes que promediaran 8, no deja de ser un atractivo importante para cualquier padre de familia, que aspira a que sus hijos puedan incorporarse a una carrera universitaria para dotarlo de las armas profesionales para que pueda defenderse en la vida; hasta ahí, todo bien y excelente propuesta.
Sin embargo, olvidó el decir cómo lo hará, de que fondos se valdrá para compensar a las Universidades públicas para que no tomen en cuenta los recursos provenientes de las cuotas de inscripción.
Se dice que el techo económico que reciben tanto la UACH y la UACJ, superan los mil millones de pesos cada una, pero que esa cantidad no se les entrega en una sola exposición, sino que cada quincena se les asigna lo que van requiriendo, particularmente en esta administración de Cesar Duarte, donde Jaime Herrera el responsable de las finanzas públicas, no suelta información sobre lo que se gasta, lo que se entrega y demás movimientos que se supone, deberían ser públicos.
El dotar de una carrera Universitaria a los más de 18 mil alumnos que se esperan queden inscritos, no será sencillo, sobre todo porque hace dos años, el mismo Gobernador Cesar Duarte, ordenó que se les abriera espacio a todos aquellos que lo solicitaran, tanto en universidades públicas como en las privadas, aprovechando los convenios que se tienen con la Secretaria de Educación Pública, respecto del pago que legalmente tienen que hacer las instituciones educativas superiores, por cada egresado de sus aulas.
Carreras como Medicina y Contaduría, de represente se vieron abarrotadas con más de 60 alumnos, pero afortunadamente el primer semestre, al reprobar más del 50% de los que inicialmente se había aceptado.
El problema no es la aceptación, sino la calidad de la educación que se imparte, según los maestros, no es lo mismo estar en un aula con máximo 30 alumnos que con el doble o incluso un poco más.
De tal forma entonces, que para Enrique Serrano, en caso de salir adelante en su aspiración al Gobierno del Estado, el cumplir este compromiso no será fácil, ya que además de no especificar de donde saldrá el recursos para compensar el no pago de cuotas, queda también la carga de la deuda, muy por encima de los 40 mil millones de pesos.
Enrique Serrano se ha comprometido con la ciudadanía a castigar a los corruptos, y esa promesa, deberá cristalizarse a su llegada al Gobierno, exigiendo la entrega de la administración, después de haberse auditado.
Es de destacar que Enrique Serrano y Javier Félix Muñoz, son los únicos candidatos en Chihuahua que ha cumplido con la 3 de 3.
Para los que medianamente se mantienen informados o que profesionalmente saben de lo riguroso que establecen los seguros para aceptar las pólizas de las aeronaves, están seguros de que lo afirmado por el Gobernador Cesar Duarte, de que fue el seguro quien pago los 5 millones de dólares, del costo del Helicóptero que se cayó en su rancho y que fuera incinerado por causas del accidente, fue una más de las mentiras a que está acostumbrado declarar.
Las aeronaves cuentan con una bitácora de vuelo, que permite verificar los viajes que ha realizado y las horas que tiene volando, además de que para autorizar su salida y despegue, se requiere de un plan de vuelo, cual no debe salirse.
Sin embargo, la caída del helicóptero no respeto este plan de vuelo, tanto por el horario, como la ruta que tomó para el rancho del Gobernador, lo que exime de responsabilidad para la compañía de seguros.
Sin duda lo peor de este accidente, no fue la lesión del mismo Cesar Duarte, porque de esa eventualmente se puede componer, no, lo más lamentable, es que le fue cancelada su licencia para volar del Capital Piloto Aviador del Gobierno del Estado, que tuvo que salirse de la ruta por órdenes de quien lo contrató; verdaderamente lamentable, ya que eran casi 40 años de volar sin incidentes y ahora, solamente volar como pasajero y quedarse en tierra, mientras que sus ex compañeros se alzan al vuelo…
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