Cabada se despide llorando del canal 44

CIUDAD JUAREZ.- Con lágrimas en los ojos y la voz quebrada, Armando Cabada se despidió en vivo como presentador de noticias en el canal 44 de su padre, Arnoldo Cabada de la O.

El drama fue atestiguado por toda la Familia Cabada encabezada por su padre Arnoldo Cabada y su madre, empleados de la empresa y reporteros invitados a cubrir el evento que culminó en fiesta.

Una de las presentes para darle el abrazo de felicitación fue Lucila Murguia, prima del exalcalde Teto Murguia.

-Esto nadie puede detenerlo- advirtió Armando emocionado, limpiando sus lágrimas con sus dedos y sorbiendo discretamente el escurrimiento de las fosas nasales.

Cabada irá contra el candidato priista Teto Murguia y la aspirante panista Vicky Caraveo, además de otros aspirantes independientes.

Antes deberá juntar 30 mil firmas ciudadanas para ser aprobado su registro.

En su mensaje al aire, el aspirante cuestionó a los gobernantes rateros que solo buscan su provecho personal, sin ayudar a la ciudad que tiene tantas carencias.

Reveló haber batallado para conseguir el apoyo de sus hermanos y sus padres, que al final le desearon suerte porque sus aspiraciones son legítimas y desea contribuir al mejoramiento de la ciudad.

Señaló que está dispuesto a soportar cualquier situación adversa y aguantar la guerra sucia que se estila en cada proceso electoral.

“Soy un pecador estandard cómo tu, como yo, y sé que me van a tachar de lo peor, pero no me van a doblar, nadie va a parar este proyecto”, deploró al asegurar no haber cometido nunca un delito grave.

Armando condujo protagónicamente el noticiero nocturno de Canal 44 durante 27 años y dijo que fueron suficientes para conocer los problemas de la ciudad y los anhelos de un pueblo harto de corrupción y deshonestidad.

Durante su mensaje, Armando presentó a Edgar Roman como el nuevo Director de Noticias y le encargó mucho a “su publico”.

Versiones internas indican que Román durará en el cargo poco tiempo porque viene a relevarlo el periodista de Televisa Alejandro Cacho, para dar por iniciada una urgente oxigenación a la menguante credibilidad de la televisora.