Manlio Fabio Beltrones, Ricardo Amaya y Ríos Peter, aprobaron reformas y encabezarán sus partidos
Ernesto Avilés Mercado/ La votación de trámite que se espera para ratificar una decisión ya tomada por el grupo político que controla el país, en la persona del Sonorense Manlio Fabio Beltrones, inminente presidente del CEN del PRI, confirma que en política las ocurrencias no existen y todo movimiento lleva una dirección con sentido.
De entrada, el también inminente presidente del CEN del PAN Ricardo Anaya y Armando Ríos Peter del PRD, como posible sucesor de Carlos Navarrete Ruíz, fueron figuras centrales en las discusiones de las reformas estructurales, de tal forma que de realizarse los cambios en el PAN como en el PRD, los partidos con toda seguridad, le darán continuidad a la reforma, mientras que el que comandará el timón del barco hacia aguas seguras, será quien meció la cuna Parlamentaria: Manlio Fabio Beltrones.
Los dinosaurios del PRI, que durante más de 70 años han tenido el control político del País, y que alcanzaron su cúspide en las administraciones de Vicente Fox y Felipe Calderón, por medio del Congreso de la Unión y la Conferencia Nacional de Gobernadores, donde los mandatarios estatales ejercieron recursos a manos llenas, sin tener la carga de justificar su gasto, ven ahora que las cosas han cambiado y que el regreso del PRI al Gobierno, es momento también de hacer lo que debieron de haber hecho, pero que por culpa de liderazgos personales, se habían detenido.
Para nadie es un secreto que la materia gris y el liderazgo necesario para ser abanderado del PRI para la presidencia de la República era Manlio y no Peña Nieto, pero quien le sumaría votos del PRI y a los demás partido era la figura del actual mandatario federal.
Aquí en Chihuahua, durante aquella presentación de los dos aspirantes, fue Manlio el que definió los alcances de la reforma energética, proponiendo que el aprovechamiento integral de nuestros recursos debería convertirse en la palanca del desarrollo del país.
Manlio Fabio Beltrones, conoce el peso específico de toda la clase política del país, y los gobernadores cuando vayan a proponer a sus sucesores, deberán innovar con sus presentaciones, eliminado aquello de que “si no sale mi candidato, no me hago responsable del proceso”, o aquello de que “si no ratifica el PRI a mi candidato, se le incendiará el Estado”.
Sobre el Gobernador Cesar Duarte, se ciñen muchas leyendas urbanas, la mayoría negativas hacia su persona, pero en contaste, pocas le hacen un reconocimiento a lo alcanzado.
En lo personal, creo que logró conjuntar un eficaz equipo de trabajo, que le permitió llegar a su último año de trabajo con un estado en relativa paz y tranquilidad, aunque los picos se eleven, nada comparado con el 2010 y anteriores.
En la Secretaría General con el maestro Trevizo, un profundo conocedor de las extrañas de la política y sus actores, que también sabe el peso exacto de todos los grupos y con un excelente trato, ha utilizado a plenitud y siempre para bien, la representación de segundo de a bordo y de titular, cuando por ministerio de ley, funge como mandatario estatal.
Marcelo González Tachiquin, otro personaje que donde pone la mano lo hace bien, siguió poniendo orden en la Secretaria de Educación, continuando el trabajo del Ingeniero Espinoza; por cierto la bomba que le estalló primero a Rectoría como los altos costos de las inscripciones, pretendieron pasársela a Marcelo, pero con el colmillo retorcido con el que cuenta, reviró de inmediato con la autonomía de las dos universidades públicas.
Aunque el rector Enrique Séañez Sáenz, manifieste que la educación cuesta, no debe de olvidar que la UACH al igual que la UACJ, son Universidades Públicas; es decir para el pueblo y así como están de elevadas las cuotas, bien parecen Universidades privadas.
En caso de José Luis García Rodríguez al frente de Desarrollo Social, es una continuidad del extraordinario trabajo que realizó en el Sistema Colegio de Bachilleres, aunque en la última etapa, también le dio por meterle la mano a la bolsa de los padres de familia.
Mención especial requiere el fiscal General Jorge González Nicolás, quien a base de reordenar su equipo de trabajo y eliminar de la nómina a quien no respondiera a sus pretensiones, está alcanzando el reconocimiento de propios y extraños, aunque el malestar que existe entre los Ministerios Públicos, sea cada vez más evidente, por las condiciones digamos “atípicas” que los obligan a realizar, como el que aprovechen el sábado para realizar limpieza integral del edificio de Averiguaciones Previas, incluyendo por supuesto los baños, con lista en la mano y revisión del trabajo supervisada.
Los comentarios, son de inconformidad, ya que por ejemplo en el Poder Judicial organizan carreras de convivencia y cursos de capacitación de manera permanente, mientras que en la Fiscalía, deberán enseñarse a dejar relucientes los sanitarios, pasillos y ventanas.
DEBEN DE EXISTIR UNIFORMIDAD DE CRITERIOS EN LOS JUZGADOS CIVILES Y FAMILIARES
Una de las necesidades de los litigantes que desde la época de Javier Ramírez Benítez se planteó ante el STJ, fue el que se homologaran los criterios para sacar cita con los actuarios, sin embargo, el tiempo pasa y las cosas funcionan de igual manera; es decir, cada juzgado tiene su propio criterio para proporcionar el servicio de actuaría; como en todo, siempre existen buenos, malos y peores; pero por ejemplo el que menos quejas tiene en la asignación de citas, es el Jugado Segundo de la Familiar, ojalá y se puedan hacer escuchar las demandas de los que diariamente tenemos que lidiar con el personal de los jugados para lograr alcanzar citas.
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