Editorial
La crisis política y económica por la que atraviesa México lo tienen en una situación de extrema gravedad como hace mucho tiempo no se veía.
Por un lado,el problema de los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa ha desencadenado protestas generalizadas en todo el país, incluso en algunas ciudades del extranjero que han puesto la imagen de México por los suelos.
El hartazgo social se ve incrementado ante los casos de corrupción que se han dado a conocer a través de los medios de comunicación, como el caso de la casa blanca de E.P.N., el tráfico de influencias en obras otorgadas a las empresas de Juan Armando Hinojosa Cantú y sus empresas filiales por sumas estratosféricas de muchos millones de pesos. Al parecer, la caja de Pandora todavía no se cierra, cada día nos enteramos de noticias iguales o peores que las conocidas.
Por si esto fuera poco,la economía se está desplomando y va en caída libre.La paridad del peso frente al dolar sufre su peor desajuste en mucho tiempo que lo tienen en una paridad de 15 pesos por dólar, esto, a pesar de la inyección que el gobierno de México a través del Banco Central le está poniendo al inyectarle 200 millones de dólares en circulación para contener por poco tiempo la caída del peso.
Los precios del petróleo, sostén en gran medida de la economía nacional siguen a la baja cotizándose en 53 dólares por barril, con remotas esperanzas de que se equilibre la oferta y la demanda a nivel mundial, pese a los esfuerzos de la OPEP, presagiando un negro panorama en el 2015 para nuestro país. Es de esperarse un reajuste grave a la economía con perjuicio de la obra social y con crecimiento muy por abajo del que se había calculado.
Es cierto que la economia mexicana está ligada íntimamente a la norteamericana, y que el estancamiento económico de los Estados Unidos nos arrastra consigo, pero también hay que reconocer que los errores de planeación del gabinete económico de E.P.N. han tenido consecuencia de lo que estamos pasando y en lo que desafortunadamente viviremos a futuro.
Por un lado,el problema de los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa ha desencadenado protestas generalizadas en todo el país, incluso en algunas ciudades del extranjero que han puesto la imagen de México por los suelos.
El hartazgo social se ve incrementado ante los casos de corrupción que se han dado a conocer a través de los medios de comunicación, como el caso de la casa blanca de E.P.N., el tráfico de influencias en obras otorgadas a las empresas de Juan Armando Hinojosa Cantú y sus empresas filiales por sumas estratosféricas de muchos millones de pesos. Al parecer, la caja de Pandora todavía no se cierra, cada día nos enteramos de noticias iguales o peores que las conocidas.
Por si esto fuera poco,la economía se está desplomando y va en caída libre.La paridad del peso frente al dolar sufre su peor desajuste en mucho tiempo que lo tienen en una paridad de 15 pesos por dólar, esto, a pesar de la inyección que el gobierno de México a través del Banco Central le está poniendo al inyectarle 200 millones de dólares en circulación para contener por poco tiempo la caída del peso.
Los precios del petróleo, sostén en gran medida de la economía nacional siguen a la baja cotizándose en 53 dólares por barril, con remotas esperanzas de que se equilibre la oferta y la demanda a nivel mundial, pese a los esfuerzos de la OPEP, presagiando un negro panorama en el 2015 para nuestro país. Es de esperarse un reajuste grave a la economía con perjuicio de la obra social y con crecimiento muy por abajo del que se había calculado.
Es cierto que la economia mexicana está ligada íntimamente a la norteamericana, y que el estancamiento económico de los Estados Unidos nos arrastra consigo, pero también hay que reconocer que los errores de planeación del gabinete económico de E.P.N. han tenido consecuencia de lo que estamos pasando y en lo que desafortunadamente viviremos a futuro.
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