Egos ladrillos y grillos

Por Pablo Bernach.

Es verdaderamente lamentable la calidad, los desplantes, las decisiones y la incompetencia en muchos casos política, jurídica, social y personal de una parvada de grillos disfrazada de políticos en Chihuahua.

En el Ichitaip nos desayunamos esta semana con el amparo que consiguió Rodolfo Leiva en contra de su destitución como presidente del organismo, que aprovecha para calificar de dictador a Javier Corral como gobernador, olvidando las decenas de empleados que corrió del Ichitaip en las pocas semanas en que estuvo al frente, actuando como si fuera el mandamás de una república bananera.

Mientras vimos una muestra de lo que no debe ser la democracia y la educación, en la micro huelga estudiantil de la UPENECH, que apoyaron menos del 20% de los estudiantes de un plantel, donde gracias a las facultades omnímodas que le da su Ley Orgánica, la rectora Vicky Chavira pactó con la minoría que tenía paralizado la universidad en la ciudad, entregándoles por escrito un documento donde se compromete a elegir al nuevo director a partir de una terna que le propongan no sé sabe a ciencia cierta, si sólo de los alumnos rijosos o la mayoría de los alumnos del plantel.

En cualquier universidad autónoma, su ley orgánica establece un mecanismo para que maestros, alumnos, sus claustros y los consejeros técnicos de cada facultad o escuela y los universitarios elijan directores y rector, pero la ley orgánica de la UPNECH para efectos prácticos le entrega la facultad de elegir directores al rector, con mínimas recomendaciones.

Maestros y alumnos de la UPNECH declararon que propondrán un proyecto modificatorio a la ley orgánica de la Universidad pedagógica, donde después de haberla leído, resultaría de lo más interesante averiguar quiénes fueron los diputados locales no priístas que en 2011 votaron semejante mamotreto que les puso enfrente Cesar Duarte.

Y la cereza del pastel la puso el pitufo diputado Jorge Soto presidente de la comisión anticorrupción. “Se le olvido” al adecuar la legislación local con la federal, incluir que los militantes de los partidos políticos “no pudieran ser consejeros del organismo ciudadano”, hasta pasados algunos añitos de haber renunciado formalmente a su militancia, detonando una crisis donde hicieron el ridículo antes de inaugurar y estrenar.

Podríamos llenar páginas narrando la micro miseria, mediocridad y espectáculo de carpa que innumerables grillos chihuahuenses exhiben prácticamente todas las semanas, pero basta con los tres circos mediáticos políticos y jurídicos arriba mencionados, para retratar y resignarnos con los grillos con que Chihuahua tiene que arar hoy.

Nunca en décadas, la política chihuahuense había estado en manos de un grupo tan depurado de incompetentes, soberbios, rolleros y vanidosos, pero lo que es más grave sin escrúpulos, que las redes sociales a diario los retratan de cuerpo entero, perdón de esqueleto completo.