Ricardo Anaya: la falsa ilusión de un regreso
Sombrero Ajeno... El gozo que expresa a gritos el presidente del PAN, Ricardo Anaya, en una campaña nacional pagada en radio y televisión, por haber obtenido ese partido siete gubernaturas en el país en las pasadas elecciones, y que según el político constituye una "proeza" que no se había logrado ni en los tiempos en que este partido tenía la Presidencia de la República, es ni más ni menos que saludar con sombrero ajeno y adelantar vísperas alegres en un exceso de anticipación.
Isabel Ramson
Tiene este gozo el mismo valor que el que pudiera expresar un alumno burro que es pasado de año por su profesor, porque su padre regaló tambores y cornetas para la banda de guerra…y tiene los mismos tristes resultados.
Se trata de una mentira insostenible en el presente y de altos costos para el futuro. Dicho en pocas, sencillas y entendibles palabras: el triunfo del PAN es un regalo que tiene varios padrinos, entre ellos el inquilino de Bucareli, y que se debe a muchos factores, de los cuales el de menos importancia es el PAN. El triunfo del PAN no es SU triunfo y con más facilidad que con la que le llegó, se le puede escapar de las manos.
¿Dónde estaba el PAN?... En casos como el de Chihuahua, en donde el mismo Javier Corral mostrara en vivo y a todo color una cara de asombro por las supuestos votos a su favor, sobre cualquiera de sus contrincantes, candidato del PRI incluido, el PAN brilló por su ausencia…
El PAN estuvo ausente desde la elección de su candidato que fue el resultado de un dedazo….estuvo ausente en la campaña de Javier Corral, que en ningún acto a logró reunir más un millar de simpatizantes…estuvo ausente en los cuadros de apoyo a Javier que tuvieron que ser importados del Distrito Federal y de Colima y estuvo ausente en la integración de una propuesta de gobierno que tuvo que ser suplida por los gritos estridentes de un PRD en rebeldía y del izquierdista sin chamba, Jaime García Chávez.
Corral no salía de su asombro ante la avalancha de votos a su favor porque un día antes las encuestas de los medios de comunicación lo ponían por debajo del PRI, con sobrado margen. Su propio encuestador Varela lo dio por perdido pocos días antes de la elección en conferencia de prensa, desde la cual pretendían presionar al Chacho Barraza para su declinación.
En la Lona... Antes, en y aún después de la campaña electoral tras la que Javier Corral se alzó con la victoria, el PAN, hay que decirlo con todas sus letras, estaba en la lona. Noqueado por sus propios vicios, luchando por desvíos de conducta como los de la chapo diputada sinaloense y desmembrándose en Chihuahua un día sí y otro también con la renuncia de importantes liderazgos..
Por lo mismo el PAN no era partido para llevar al poder a nadie. Corral mismo no las tenía todas consigo, incapaz como fue siempre de articular una propuesta positiva de gobierno, centrando su campaña en el denuesto, el insulto, la diarrea verborréica y por si fuera poco, cargando con el lastre de sus propias acciones que en el pasado merecieron reclamos por complicidad, enriquecimiento rápido e inexplicable y, lo más serio: la existencia en secreto de sus dos hermanos narcotraficantes que mantuvo en secreto.
Decepción del cambio. .. Las alusiones que hace Anaya a la ilusión ciudadana del cambio y su referencia al Partido Acción Nacional, como el instituto que las encarna, están desmentidas por una historia próxima de decepción. El cambio es moneda ya ofertada a la ciudadanía y caída en descrédito, tanto en Chihuahua, con Francisco Barrio como gobernador, como en el país, con dos presidentes que de todo hicieron, menos concretar el cambio cuyo lema les llevó a ocupar la máxima posición de autoridad y poder en la nación.
Ni para Discursos... Queriendo enarbolar la bandera del cambio rescatándola del fango en que la hundieron pasadas administraciones panistas a lo largo y ancho del país, Ricardo Anaya demuestra que sus bases doctrinarias no le dan siquiera para intentar un nuevo discurso. El problema de seguir por sendas trilladas, es que en el imaginario colectivo está ya muy presente que para Acción Nacional cambio significa la turnología del poder: ahora tu y mañana yo.
Charros Negros y llaneros solitarios..- El regreso, la vuelta, anunciada por Anaya al estilo en que el cine de los años sesentas anunciaba la vuelta del Charro Negro o el regreso del Llanero Solitario, suena hueco y no pasa de ser una estridencia de vocero cinematográfico de pueblo, de aquellos que junto con la película y los actores, soltaban una que otra canción para animar al público. Ese discurso sacado de una mercadotecnia ya en desuso poco puede aportar para el fortalecimiento de un partido político al que ya le queda poco de político y mucho de "partido"...literalmente dicho.
La división, como evidencia...En Chihuahua el mismo Javier Corral se encargó de deslindarse del PAN y apelar a una conjunción de fuerzas viniesen de donde viniesen, porque sabía que de su partido no podía esperar nada. Además, su decisión de negarle el voto a la candidata panista de Ciudad Juárez , tal cual fue exhibida por los medios de comunicación, era un botón de muestra de la distancia abismal entre el PAN y Javier Corral. Si algo debe Corral al PAN, no es precisamente su triunfo en Chihuahua.
Desunidos aquí y ahora… Pero la división en el PAN no es de ayer, ni haber alcanzado siete gubernaturas les ha dado hasta ahora esa cohesión que pregona Anaya. Lo demuestra el hecho de que lo obligaron a modificar su spot original e incluir las imágenes y nombres de los panistas que ganaron las gubernaturas.
Ahora mismo tanto Corral como Anaya van por caminos diferentes rumbo a la Presidencia de la República. Y es que las ambiciones personales no unen…dividen. No juntan…separan. No construyen… pulverizan. Y en el PAN hay de eso a pasto. Si no al tiempo.
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