Y ahora, Colinarco: ¿Cuáles son las mafias que se están peleando la plaza de Colima? ¿Son sólo cárteles mexicanos?

Yuriria Sierra/ Colima, ya no es —o hace tiempo no lo ha sido—  el pequeño estado con costa al Pacífico, pero hasta ahora queremos darnos cuenta. Hasta hoy es que comenzamos, que debemos comenzar a tejer los hilos que nos ha entregado en los últimos diez años y es entonces, que volteamos a verlo como otro más, uno más, de los estados en los que parece que la agenda la escribe el crimen organizado. Esa costa pacífica que de pacífica ya no tiene nada más que su genérico nombre oceanográfico.

Jorge Luis Preciado, quien sigue peleando la gubernatura en el TEPJF (hasta el 31 de octubre), ha declarado que el Cártel Jalisco Nueva Generación, así como las mafias chinas y japonesas de contrabando, se juegan el mercado que ofrece Colima. Manzanillo es uno de los grandes puertos del país sobre el Pacífico, es la puerta de entrada para toneladas de mercancías y, claro, de drogas provenientes del sur del continente y salida de México para el mundo. Apenas hace unos meses, en abril pasado, fueron decomisados 386 kilos de cocaína, se encontraron en cuatro contenedores en el puerto de Manzanillo, y tenían como destino ciudades al interior de la República, Guatemala y China. Justo en ese puerto se han realizado decomisos históricos, tanto de cocaína como de químicos precursores para la elaboración de ésta y otras drogas sintéticas, como el crystal-meth y el éxtasis.

Y en los últimos años, decíamos que hace diez, aunque lo cierto es que la historia de muertes de exgobernadores va mucho más atrás: “En 1973 se da la primera muerte de un gobernador electo de apellido Antonio Barbosa Heldt, que a mes y medio de entrar a gobernar, siendo gobernador electo, el 18 de septiembre de ese mismo año amaneció muerto con un balazo en la cabeza en su despacho...”, escribió ayer el mismo Preciado en el periódico Milenio. Y desde ahí, la historia para quienes han ocupado o han querido ocupar el cargo de gobernador ha estado marcada por la violencia. Precisamente, Fernando Moreno Peña, agredido el lunes por la mañana, ha estado presente en otros episodios. Fue señalado como autor intelectual de la muerte de Silverio Cavazos, quien fuera gobernador sustituto tras la muerte de Gustavo Vázquez Montes, quien perdiera cuando se estrelló su avión. Colima no ha sido un estado fácil, pero justo lo ocurrido a Moreno Peña lo ha colocado bajo el reflector de una forma mucho más escabrosa. Son demasiadas coincidencias, demasiados los casos de gobernadores (en funciones o electos) que han sido blanco de atentados.

En tres semanas, el Tribunal Electoral definirá si la elección del 7 de junio pasado es válida. De ser así, José Ignacio Peralta será el nuevo gobernador de Colima. Estaría llegando ahí por una diferencia de 500 votos frente a su rival, el panista Jorge Luis Preciado. Desde el día de los comicios y hasta el lunes pasado, el tema de los votos no era más que una disyuntiva política, nada que no se hubiera visto antes, pero lo ocurrido el lunes por la mañana en el restaurante Los Naranjos Campestre, ha destapado temas que desde hace años están ahí, a la vista, pero perdidos entre la narrativa nacional que los estados con los que colinda y en los que la violencia se ha extendido del terreno de lo político hacia la violencia social.

¿Qué o quiénes y cómo? ¿Qué exactamente es lo que pasa en Colima? Ayer en entrevista, el coordinador de Seguridad del estado, Félix Vuelvas, me dijo que los agresores del exgobernador ya fueron identificados y que éstos cuentan con antecedentes penales por portación de arma de fuego. Entonces, ahora las preguntas son: ¿bajo las órdenes de quién o quiénes? ¿Quién o quiénes pagaron la fianza en su pasada detención? ¿Cuáles son las mafias que se están peleando la plaza de Colima? ¿Son sólo cárteles mexicanos? Eso es ahora lo que se habrá de investigar para tejer y entender todo lo que ha sucedido en Colima en los últimos años. El gobierno estatal actual está por irse y si la llegada del nuevo gobernador estaba marcada por la diferencia de apenas 500 votos, se antoja mucho más complicado el inicio de gestión con los hechos del lunes pasado... el cáncer no hace sino extenderse: de Guerrero a Michoacán a Jalisco y ahora, bienvenidos sean a Colinarco.