Consecuencia de los tiempos

Por Francisco Santana

En época de elecciones como las que estamos viviendo , de repente surgen comunicadores y periodistas ? como por arte de magia, decenas de páginas web, podcast, blogs y algunas ediciones impresas que han ido desapareciendo como consecuencia de los tiempos y sígale contando que van como moscas a la miel en busca de recursos de toda índole tras los candidatos y los partidos imaginables , pero que una vez concluidos los procesos desaparecen como por arte de magia y vuelven a reciclarse en el futuro en momentos semejantes.

¿Por qué sucede esto. ? simplemente porque no existe la mística suficiente para sentir verdaderamente amor a la profesión y desafortunadamente ni los viejos periodistas, ni las nuevas generaciones que surgen de las universidades en profesiones como periodismo, ciencias de la comunicación y otras afines, ven solamente estas actividades como la manera de lograr su mejoramiento económico , que no es criticable, pero que no debiera ser el único motivo de existencia.

A través de los años he conocido verdaderos periodistas que dejaron huella en esta actividad como profesionales y a quienes se les recuerda con respeto y cariño.

Pero de la misma manera han existido otros que han dejado escuela como corruptos y mercenarios, algunos que ya murieron y otros que viven aún y que con su ejemplo,han sido imitados por las nuevas generaciones que los ven como ejemplo a seguir, por sus logros económicos $$$ o por el poder que tuvieron en su miserable existencia.

Recuerdo algunos comentarios de Gabriel García Márquez por quien guardo un profundo respeto y admiración y que junto con otros periodistas de parecido nivel,, como Francisco Zarco han sido mi modelo a seguir a través de los años.

NADIE QUE NO HAYA NACIDO PARA PERIODISTA Y ESTE DISPUESTO A VIVIR SÓLO PARA ESO PODRA PERSISTIR EN UN OFICIO TAN INCOMPORENSIBLE Y VORAZ, CUYA OBRA SE ACABA DESPUES DE CADA NOTICIA COMO SI FUERA PARA SIEMPRE,,PERO QUE NO CONCEDE UN INSTANTE DE PAZ MIENTRAS NO VUELVE A EMPEZAR CON MAS ARDOR QUE NUNCA EN EL MINUTO SIGUIENTE-

Gabriel García Márquez